La terapia miofuncional se define como una disciplina que está dentro de la profesión logopédica que estudia lo siguiente: Diagnosticar y realizar el tratamiento de los problemas orofaciales, corregir la postura, la respiración y la deglución de las personas.
Los objetivos de la terapia miofuncional son; conseguir un equilibrio de la musculatura orofacial, compensar estructuras óseas implicadas, crear nuevos patrones neuromotores de comportamiento, reducir o eliminar malos hábitos, mejorar la estética y la calidad de vida del paciente.
La terapia miofuncional mejora la funcionalidad de la respiración, alimentación (succión, salivación, masticación y deglución), articulación y fonación. Su campo de actuación va desde los neonatos hasta la tercera edad.
Algunos ejemplos de alteraciones orofaciales que pueden afectar al desarrollo del habla, son:
- Mala respiración nasal y cuadros continuos de otitis o mucosidad, produciendo retraso del lenguaje o alteraciones fonológicas.
- Presencia del frenillo lingual corto o insuficiente, provoca falta de tono y movilidad de la lengua que conlleva por ejemplo a la alteración en la articulación de fonemas alveolares como la rr.
- Malos hábitos orofaciales, como chuparse el dedo o abuso en el uso del chupete, produciendo así retraso en el desarrollo del lenguaje o deglución atípica o inmadura.
Campos de intervención de la terapia miofuncional
Campos de intervención en la terapia miofuncional: se centra en tres áreas:
La terapia consta de cuatro fases, bien sea las malformaciones o los hábitos dañinos:
- Prevenir.
- Valorar.
- Diagnosticar.
- Corregir.
El trabajo y tratamiento suele ser multidisciplinar, de mano con fisioterapeutas TO o psicólogos.
Intervenimos en: disfunciones orofaciales, deglución atípica, Respiración oral, malos hábitos, malformaciones craneofaciales, disfagia, trastornos del sonios del habla, trastornos de la voz , PCI infantil, síndromes raros, bruxismo, apnea obstructiva del sueño entre otros.
Ejemplos de cómo se trabaja la terapia miofuncional
Es una terapia que pude realizarse de manera activa o pasiva, con participación activa o no del paciente.
Se trabaja de manera directa con masajes y manipulación manual en la zona para conseguir mayor sensibilidad, movilidad, funcionalidad, y conseguir así en algunos casos corregir los malos hábitos presentados. Esta terapia puede ir acompañada de pequeños electroestimuladores que favorecen los objetivos de la terapia.
Iniciamos con una exploración anatómica de los órganos orofaciales, facie, boca, nariz… exploración funcional de las funciones orofaciales, respiración, soplo, deglución-masticación-succión, evaluación del habla, voz, malos hábitos orales (uso prolongado del chupete o biberón, succión de objetos…) y valoración de los músculos de la expresión.