Neuropediatras en Sevilla

Entendiendo el Trastorno Obsesivo-Compulsivo infantil

Explorando y comprendiendo el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) durante la etapa de la infancia y la adolescencia

Trastorno obsesivo-compulsivo en la infancia

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad caracterizada por pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes que se presentan de forma involuntaria. De manera reactiva, se ponen en marcha comportamientos ritualizados para intentar manejarlos, reducir la preocupación y la ansiedad que éstos producen. Estos rituales, que pueden implicar una acción motora (lavarse las manos, abrir y cerrar puertas) o pensamientos (repetir un mantra por ejemplo) son conocidos como compulsiones.

En algunos casos los síntomas pueden causar una interferencia significativa en el funcionamiento laboral, académico, social y anímico de la persona, ocupando una parte importante del tiempo o incrementando el necesario para realizar actividades llegando incluso a no terminarlas.

Aunque se diagnostica con más frecuencia en la vida adulta, los estudios epidemiológicos estiman una prevalencia de entre el entre 2-4% en la etapa infanto-juvenil, pudiendo presentar una evolución crónica y con síntomas cambiantes a lo largo del ciclo vital. Aunque algunos de los síntomas pueden aprecer alrededor de los 4 años, los primeros indicadores del Trastorno Obsesivo-Compulsivo suelen hacerse evidentes entre los 6 y 9 años.

Cómo identificar y tratar el TOC en niños

Durante el desarrollo normal, los niños pueden presentar algunos rituales que les ayudarán a adquirir competencias o en la socialización. Estos, a diferencia de los patológicos, suelen disminuir a partir de los 8 años, ser agradables, pueden interrumpirse sin gran dificultad, tener una finalidad lúdica y ser percibidos como normales por un observador externo al no ser incapacitantes.

Entre los habituales no patológicos encontramos: recitar, contar, no pisar la raya, etc; por ejemplo, a partir de los 2 años, no es rara la existencia de rituales a la hora de acostarse, al comer o al vestirse, que les dan seguridad. Tampoco son infrecuentes otros como meter y sacar, o poner en fila. Sobre los 4 años, pueden pedir repetidamente la misma película o cuento buscando acompañamiento de los padres. Entre los 5 y los 6 años los niños empiezan a incorporar algunos rituales relacionados con el juego con sus iguales, y entre los 7 y 12 años los rituales pueden aparecer en relación con el desempeño de tareas escolares, supersticiones (contar, tocar objetos para propiciar que algo ocurra, etc).

Todo lo contrario ocurre con los propios del TOC, inflexibles y generadores de ansiedad y gran malestar si se interrumpen. Estos son incapacitantes, consumiéndoles mucho tiempo e interferiendo significativamente con su funcionamiento diario en la escuela y el resto de actividades. Es frecuente, además que estos comportamientos les hagan sentir vergüenza y culpa, por lo que tratan de ocultarlos o se aíslan, dificultando su diagnóstico.

También es común que los niños le pidan a uno de los padres que participen del ritual, por ejemplo, respondiendo reasegurando al menor: «No toqué nada que tenga gérmenes, ¿verdad?»; «No, estás bien», o contribuyendo a la limpieza o el orden.

Todo lo anterior debe ser tenido en cuenta para hacer un diagnóstico correcto. El tratamiento será psicológico en un primer escalón, pudiendo combinarse con fármacos en caso de sintomatología muy incapacitante, generadora de gran angustia o síntomas depresivos o psicóticos.

El abordaje familiar en el trastorno obsesivo-compulsivo infantil

El entorno familiar en el trastorno obsesivo-compulsivo es fundamental en el caso de los menores. Así, los padres se convertirán en coterapeutas, y guiados por el profesional, aplicarán las pautas que el menor va aprendiendo en consulta.

Junto a lo anterior, será determinante ir reduciendo lo que se conoce como acomodación familiar, o lo que es lo mismo, la participación activa de la familia en los rituales del menor ya que refuerza los síntomas. Por un lado, deberán dejar de participar en ellos (extinción), y por otro, reforzar las respuestas adaptativas y cualquier conducta de recuperación de su vida normal.

Consejos para padres: cómo apoyar a un niño con TOC

  1. No culpabilice al niño, hagan un frente común contra el TOC.
  2. No participe de los rituales, aunque le resulte difícil y le genere emociones negativas; si lo hace el problema persistirá.
  3. No permita comportamientos evasivos ayudándole a evitar las cosas que le molesten.
  4. Refuerce los pequeños avances para proporcionar estímulo.
  5. No tenga miedo, busque ayuda profesional.

Si reconoce estos síntomas y dinámicas en su hijo/a y su familia, no dude en consultarnos. Contamos con un equipo multidisciplinar de profesionales, cualificado y especializado que puede ayudarles, y en el que se pueden apoyar.

Otros artículos que podrían interesarte
Escríbenos

Contáctanos y responderemos en la mayor brevedad.

Información básica en protección de datos – Conforme al RGPD y la LOPDGDD, NEUROLINKIA SL tratará los datos facilitados con la finalidad de contestar las dudas y/o quejas planteadas a través de su llamada y facilitar la información solicitada. Si nos lo autoriza previamente, le enviaremos información relacionada con la actividad y/o los servicios ofrecidos por la entidad. Para ejercer los derechos reconocidos en la normativa y obtener más información, acceda a nuestra política de privacidad.
Respondemos en la mayor brevedad

Gracias por
contactarnos

Gracias por confiar en los profesionales de Neurolinkia. Nuestro equipo contactará contigo en la mayor brevedad posible. También puedes enviarnos un e-mail o llamarnos por teléfono:
Nuestro horario entre los días
Lunes Santo (3 de abril) y Viernes Santo (7 de abril) es:
Volvemos al horario habitual el lunes 10 de abril.